Inclusión en el programa oficial de fiestas
Al año siguiente, en 1983, la Dorotea pasó a formar parte del programa, fruto de la colaboración de las peñas en la elaboración del mismo. Ahí comenzó a fraguarse la popularidad del acto en su era de mayor lustre. En los recortes de periódicos y semanarios de aquel año, se destaca la gran afluencia de público. “Una procesión de gente, que a las cuatro de la madrugada pedían agua y que desde los balcones caía con profusión, recorrieron las calles, principalmente del Casco Viejo, en la madrugada de ayer. Estuvo como nunca, pues la ciudad se hallaba casi vacía, y todos se hallaban siguiendo el largo compás y recorrer de La Dorotea”, reza el escrito publicado en el Diario de Navarra del 31 de julio de 1983.